¿Cómo optimizar tu ordenador?
Primeros
tenemos que analizar que programas son los causantes de la ralentización del
ordenador. Dichos programas no afectan solo a problemas de lentitud, sino a
bloqueos y cierres repentinos. En artículos anteriores vimos como eliminar
malware, que es el principal causante de estos síntomas. Aun así, existe
software legítimo que no está correctamente optimizado en ordenadores con
configuraciones discretas.
Ahora sí que
sí, empezamos.
El primer
paso será realizar una comprobación muy rápida. Vamos a echarle un vistazo a
los iconos que tengamos en el área de notificaciones, generalmente a aquellos
que aparecen más próximos al reloj y que son completamente blancos, estos
pertenecen al grupo del sistema operativo. Recomendamos cerrar todos aquellos
que no estáis utilizando. Por ejemplo, si tenéis “steam” abierto pero no estás
jugando en estos momentos puedes cerrarlo. Además en este caso concreto
evitaras que comience a actualizar juegos en segundo plano, consumiendo así tantos
recursos del disco duro como de memoria RAM, incluso ancho de banda de tu conexión
a internet.
El siguiente
paso será acceder al “Administrador de tareas” de Windows, para ello haremos
click derecho en la barra de tareas y seleccionaremos la opción administrador
de tareas. Nos fijaremos en la pestaña que nos aparece por defecto. Observamos
los procesos en ejecución en la sección de “Aplicaciones”. Nos aparecerán todos
aquellos programas que estén funcionando en primer plano o minimizados.
La
segunda sección tiene un nombre bastante explicativo, “Procesos en segundo
plano”, en ella se mostraran procesos que no son más que programas en ejecución
pero que están trabajando de una forma transparente para el usuario. Ellos nos
permiten que funcionen cosas como la puesta en hora automática del reloj o para
que Windows actualice automáticamente las nuevas actualizaciones. Ten en cuenta
en todo momento que aquí únicamente debemos fijarnos si hay algún proceso que
esté consumiendo un gran volumen de recursos. Si es así, le recomendamos
finalizar dicho procesos que es susceptible de hacer que el ordenador se
ralentice.
Ahora vamos
a echarle un vistazo a la pestaña de “Rendimiento”, en ella podemos visualizar
de forma gráfica el uso de diferentes recursos como la CPU, la memora o el
disco duro entre otros. Podemos ver básicamente la información que nos aparecía
en la pestaña de “Procesos“, pero de una forma mucho más genérica y visual. Si
tenemos nuestro ordenador en reposo, el uso de la CPU debería rondar el 5%-10%.
Terminamos
de repasar el administrador de tareas con la pestaña de “Inicio”, aquí nos
aparecerán los programas que se van a ejecutar automáticamente al encender el
ordenador. Recomendamos que cada usuario analice los que le aparezcan y será el
mismo el que debe de considerar si realmente necesita que dichos procesos se
inicien automáticamente o quizás sea mejor que él mismo los abra manualmente únicamente
cuando los vaya a utilizar, lo que le proporcionará un mayor rendimiento.
Deshabilitar unos cuantos que no utilizamos mejorará el tiempo de arranque y la
fluidez general de nuestro ordenador.
Y llegamos
al final de este artículo, no antes de dejar una pequeña conclusión.
Al fin y al
cabo, lo más sencillo es tener instalado solo los programas que utilicemos
regularmente y desinstalar cada cierto tiempo los que ya no vamos a utilizar.
De esta forma, nos aseguramos que no van a almacenar archivos residuales en
nuestro ordenador lo que nos afectará en el rendimiento del disco duro, ni se
podrá iniciar automáticamente, lo que perjudicará el tiempo de arranque y su
fluidez
Y ya sabes,
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